Sobre mí
La cerámica llegó a mí de forma totalmente casual. Aunque el arte ha estado siempre en el centro de mi cabeza y de mi vida, no fue hasta el año 2016 cuando me enfrenté por primera vez al barro, en un pequeño taller junto a la oficina en la que trabajaba. Aquellas primeras experiencias despertaron en mí una pasión que en poco tiempo se convirtió en obsesión y de la que ahora he hecho mi profesión.
Pronto, el barro ocupó todo mi tiempo y mi curiosidad, llevándome a explorar formas y colores, antiguos y nuevos, que me permitieran trasladar a mi obra el universo creativo que me inspira.
Los colores de la tierra y el marcado carácter femenino de mis piezas supone una vuelta a la creación artística más primitiva, al trato del barro como material popular. La arcilla roja y la terracota me permiten revolver lo antiguo y lo nuevo, convertir mis piezas en puentes entre la tradición y la modernidad.
En la actualidad mantengo distintas líneas de trabajo, combinando la creación de piezas escultóricas con otros objetos más decorativos, diseñados para llevar un pedacito de arte a los espacios interiores. Además, realizo encargos personalizados en los que siempre vuelco mi interpretación personal de la cerámica, llevando cada pieza a sumergirse en este nuevo mundo antiguo.